1. La tecnología es el punto de contacto perfecto entre el trabajo en el entorno físico y el digital

Durante mucho tiempo, la única forma de concebir el trabajo era hacerlo en un espacio físico. El "trabajo" era un lugar al que acudíamos, no solo una cosa que hacíamos.

Entonces llegaron las nuevas herramientas y la tecnología, como los ordenadores de sobremesa, internet y los teléfonos móviles. De repente, el trabajo dejó de ser únicamente un espacio físico para extenderse también al mundo digital. Aprendimos a movernos entre ambos mundos con facilidad, ya fuera para enviarle un correo electrónico al compañero sentado a nuestro lado como para unirnos a una videollamada desde el móvil.

A medida que el trabajo evolucionaba desde un espacio puramente físico a un modelo híbrido que aunaba lo físico y lo digital, ganamos mucho. Trabajábamos con mayor rapidez y flexibilidad, con mayor eficiencia y autonomía.

Pero entonces las cosas cambiaron.

2. El trabajo deslocalizado inclinó la balanza

Actualmente, a raíz del auge del trabajo deslocalizado, muchas personas disponen de un acceso muy reducido a un lugar de trabajo físico. Para ellas, la tecnología es la única forma, si no la principal, de seguir conectadas y conseguir sus objetivos laborales.

No obstante, esto no es necesariamente algo malo. Existe una razón por la que el trabajo deslocalizado y, concretamente, el trabajo híbrido son opciones tan populares. En estos últimos años, hemos podido reparar más en aquello que hace bien la tecnología, incluyendo darles a las personas más libertad para trabajar dónde, cuándo y cómo quieran. Por eso, el modelo híbrido ha llegado para quedarse.

Pero este tiempo también nos ha demostrado los límites de la tecnología. A raíz de la falta de interacciones regulares en persona que nos permiten conectar con los demás, somos cada vez más conscientes de lo que hemos perdido.

Si bien antes sentíamos que la tecnología digital nos ayudaba a mantenernos informados, ahora estamos empezando a sentirnos abrumados. Lo que antes era empoderamiento se está transformando en agotamiento. Y lo que antes era conexión se está convirtiendo cada vez en una mayor soledad.

¿Y qué podemos hacer al respecto?

Ahora que el genio en el que se ha convertido el trabajo híbrido se niega a volver a la botella, ¿cómo podemos encontrar un nuevo equilibrio, el punto de contacto perfecto, que abrace el futuro del trabajo híbrido a la vez que siga aportándonos todo lo que nos proporciona el estar conectados con otras personas?

Pista: la realidad virtual.

3. La realidad virtual nos permite redescubrir lo que habíamos perdido

El principal superpoder de la realidad virtual es que nos ayuda a sentirnos presentes con otras personas, como si compartiéramos un espacio físico, pero sin tener que estar necesariamente juntos.

A las personas que ya se encuentran cara a cara con sus compañeros, les brinda muchos de los beneficios de la forma de trabajar tradicional: la velocidad, la flexibilidad y la autonomía.

Y, si bien puede que nunca llegue a sustituir las experiencias personales y reales que aporta el acudir a la oficina, la realidad virtual también nos ofrece potentes herramientas y experiencias cuando no necesitamos estar en la misma sala que el resto de compañeros.

Aspectos como la colaboración práctica, la comunicación no verbal, las diferentes ubicaciones y los estímulos (el oído, la vista y el tacto) pueden ayudar a tu cerebro a rendir al máximo.

La realidad virtual nos traslada directamente al futuro. Por un lado, nos ofrece lo mejor de la oficina física y las tecnologías digitales en un solo lugar, que no tiene por qué ser una ubicación fija, sino que puede encontrarse donde nosotros queramos. Y, por otro, nos ayuda a reconectar con aquello que necesitamos al tiempo que abre la puerta a experiencias y formas de trabajar totalmente nuevas.

La transformación ya está en marcha...

Déjanos que añadamos algo más: no es que la realidad virtual sea el futuro del trabajo, sino que está ya aquí, es el presente del trabajo. Las organizaciones como la tuya ya están utilizando la realidad virtual para dar solución a cuestiones fundamentales para la empresa, como la formación, el diseño creativo, los eventos, las reuniones y la colaboración, entre otras.

¹ Remote Work Persisting and Trending Permanent”, Gallup, 2021